Donna, una de las responsables de la clínica Valley Cities, recibió un día una llamada en la que le informaban de que un cliente estaba causando problemas en un banco vecino. Cuando llegó, encontró al cliente agitado y confuso. Consiguió calmarlo y abogó por su hospitalización. Donna estaba segura de que el cliente reaccionaría con ira cuando le dieran el alta.

Dos semanas después, el cliente volvió a la clínica para recibir tratamiento. El clínico del cliente no estaba seguro de cómo abordarles y Donna le aconsejó: "Forma una relación real. Vive el momento con ellos. Necesitan confiar en ti y saber que estás escuchando lo que necesitan".

"Necesitan confiar en ti y saber que les escuchas".

Reunirse con el cliente donde estaba dio sus frutos. El cliente volvió a su régimen de medicación para su psicosis y se reconectó a Medicaid con el programa de trabajadores discapacitados. "Seguiré viniendo aquí para el tratamiento", dijo el cliente, "tengo la ruta del autobús y todo resuelto".

Después de años de múltiples hospitalizaciones, ese cliente ha permanecido fuera del hospital durante los últimos dieciocho meses. Tiene un trabajo fijo y una situación de vida estable en un centro de acogida. A Donna le encanta su trabajo. "Disfruto viendo a nuestros clientes que caminan por ese borde desigual experimentar el éxito y la estabilidad".